jueves, 11 de junio de 2009

LA ESPERA QUE NO LLEGA

Eres vieja y te estás muriendo. ¿Es que no lo comprendes? Los sesenta y ocho años te pesan y sobre todo a ti, que no has sabido ser la mujer que te proponías cuando íbamos a la escuela del pueblo. Ya lo decía doña Angelines. Te estás muriendo ya, y, te están matando, joder, todas tus miserias y tus putas rarezas. No has querido ser la mujer que te habías propuesto, por eso se te acaba la vida. ¡Hay, si nuestro padre te viera en esta situación! Don Casimiro que en gloria esté no hubiera consentido lo que has hecho con tu vida ¡Miserable! Mírate ahí tirada en la cama, sin poder moverte, y necesitando de mí, como un niño recién nacido que no sabe hacer nada sin su madre. La mirada complaciente no es suficiente para poder morir, hermana. A mí me has jodido la vida. Yo, que he sido la más pequeña de la familia, ni entre el padre, ni la madre y después el hermano Alfredo me habéis dejado vivir... Y cuando yo pensaba estar tranquila con mis quehaceres, vienes tú a joderme y a morirte. Además sin tener la mínima intención de salir adelante. Te quieres morir pero no te mueres y llevas así dos años. ¿Qué he hecho yo para merecerme esto? ¿Es que acaso no os he querido? ¿Es un castigo del cielo?
La ventana de la habitación la distrajo de su monólogo, se había entreabierto por el fuerte aire. Fue a cerrarla. Cuando volvió su hermana no estaba.

miércoles, 3 de junio de 2009

TENGO DERECHO

Yo tengo derecho a no hablar de nada.
Y hemos hablado tanto de nada,
que el día que hablemos de algo,
nos pondremos enseguida de acuerdo.