viernes, 4 de marzo de 2016

Canto al corazón de la confianza_18 (Xìn Xîn Ming)




須臾返照
Xû yú fan zhào, 
勝卻前空 
shêng què qián kông.


Cuando la luz es dirigida hacia el interior 
el vacío queda inmediatamente trascendido.

El origen es vacuidad. Todos los fenómenos surgen de la vacuidad, son vacuidad y retornan a la vacuidad. ¿Qué hay de más cuando aparece el arco iris? ¿Qué hay de menos cuando desaparece? La Vía es perfecta. Nada le falta, nada le sobra. En ella no hay noción de pérdida ni de ganancia. Para regresar al origen que se encuentra en el aquí y ahora más inmediato debemos retirar la atención de las apariencias fenomenales y dirigirla hacia el interior, hacia la esencia misma. Esta no es otra cosa que vacuidad luminosa. Cuando la luz de la conciencia toca la esencia de la vacuidad luminosa, el vacío mismo es trascendido como polo dual y entonces se vuelve evidente que él mismo es apariencia fenomenal. Esto es: debemos trascender tanto la fenomenalidad como la vacuidad de los fenómenos, tanto la fenomenalidad como la vacuidad de la vacuidad. Fenómenos y vacuidad son no dos.


Traducción y comentarios de Dokushô Villalba.
Canto al Corazón de la Confianza (Xìn Xîn Ming)

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