須臾返照
Xû yú
fan zhào,
勝卻前空
shêng
què qián kông.
Cuando
la luz es dirigida hacia el interior
el
vacío queda inmediatamente trascendido.
El
origen es vacuidad. Todos los fenómenos surgen de la vacuidad, son
vacuidad y retornan a la vacuidad. ¿Qué hay de más cuando aparece
el arco iris? ¿Qué hay de menos cuando desaparece? La Vía es
perfecta. Nada le falta, nada le sobra. En ella no hay noción de
pérdida ni de ganancia. Para regresar al origen que se encuentra en
el aquí y ahora más inmediato debemos retirar la atención de las
apariencias fenomenales y dirigirla hacia el interior, hacia la
esencia misma. Esta no es otra cosa que vacuidad luminosa. Cuando la
luz de la conciencia toca la esencia de la vacuidad luminosa, el
vacío mismo es trascendido como polo dual y entonces se vuelve
evidente que él mismo es apariencia fenomenal. Esto es: debemos
trascender tanto la fenomenalidad como la vacuidad de los fenómenos,
tanto la fenomenalidad como la vacuidad de la vacuidad. Fenómenos y
vacuidad son no dos.
Traducción y comentarios de Dokushô Villalba.
Canto al Corazón de la Confianza (Xìn Xîn Ming)
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