COMPROMISO
(Vicente
Gallego – Visor 2002, “Santa deriva”)
Es
oscuro el legado
de
quien no mira el mundo con amor.
Nada
tiene que ver con una falta
de
bondad o nobleza esa triste actitud:
es
tan sólo un estigma de los ojos.
Y
yo he visto a los hombres
extraviarse
en el sótano de su mirada ciega.
Su
legado es oscuro y sin embargo
encuentro
en él la luz de una enseñanza:
no
es quererlo tan sólo
lo
más bello que un hombre puede hacer por su hijo;
lo
más bello es acaso,
desoyendo
el dictado de la angustia y del miedo,
transmitirle
esa fe que invencible se empeña
en
pagar de la vida
la
traición y el favor con igual gratitud.
Es
un arduo trabajo amar el mundo,
porque
el mundo a menudo no se deja querer;
por
eso ahora te prometo, hijo,
que
la angustia y el miedo no sabrán someterme
aunque
instalen su lepra en mi conciencia
y
conviertan mi carne en su refugio,
que
encontraré el coraje con que seguir amando,
cuando
deje de amarme, la vida que te di,
porque
verte gozarla ha de alzar en mi exilio
nuevamente
aquel reino.
Aunque
así lo parezca,
la
luz del mundo no nos pertenece,
por
eso yo quisiera no ensuciarla
de
rencor ni amargura, para intentar al fin
ofrecértela
limpia,
como
damos los hombres la alegría,
nuestra
única herencia verdadera.
Incluido en el poemario Santa deriva, de Vicente Gallego;
Visor,
2002; pgs. 82-83
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