En algún momento del día de hoy usted quizás se pregunte qué está teniendo lugar en la mente de otra persona. Puede que haga un cumplido sobre la gran mente de alguien, o diga que está fuera de su mente. Podría incluso tratar de expandir o liberar su propia mente.
Pero ¿qué es una mente? Definir el concepto es una tarea sorprendentemente resbaladiza. La mente es el asiento de la consciencia, la esencia de su ser (de usted). Sin una mente, a usted no se le puede considerar vivo de una manera significativa. De modo que, ¿qué es exactamente y dónde está precisamente?
Tradicionalmente, los científicos han intentado definir la mente como producto de la actividad cerebral: El cerebro es la sustancia física, y la mente es el producto consciente de esas neuronas activadas, de acuerdo al argumento clásico. Pero una evidencia creciente muestra que la mente va mucho más allá de la actividad física de su cerebro.
Sin duda, el cerebro juega un papel increíblemente importante. Pero nuestra mente no puede confinarse a lo que está dentro de nuestro cráneo, o incluso de nuestro cuerpo, de acuerdo con una definición avanzada primeramente por Dan Siegel, un profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de UCLA y autor de un libro recientemente publicado: Mind: A Journey to the heart of Being Human (NdT: La Mente: Un Viaje al Corazón de Ser Humano).
La definición se le ocurrió por primera vez hace más de dos décadas, en un encuentro de 40 científicos interdisciplinares, incluyendo neurocientíficos, físicos, sociólogos, y antropólogos. El objetivo era llegar a una comprensión de la mente que apelara a una base común y satisficiera a aquellos que se debatían con la cuestión a través de estos campos.
Después de muchas discusiones, decidieron que un componente clave de la mente es: “el proceso emergente y auto-organizado, tanto encarnado como relacional, que regula la energía y el flujo de información dentro de, y entre nosotros”. No es pegadiza. Pero es interesante y de significativas implicaciones.
El elemento más inmediatamente impactante de esta definición es que nuestra mente se extiende más allá de nuestros seres físicos. En otras palabras, nuestra mente no es simplemente nuestra percepción de las experiencias, sino esas experiencias en sí mismas. Siegel argumenta que es imposible desligar completamente nuestra visión subjetiva del mundo, de nuestras interacciones.
“Me di cuenta de que si alguien me pidiera definir la orilla pero insistiera, “es el agua o la arena”, le habría tenido que decir que la orilla es tanto la arena como el mar”, dice Siegel. “Usted no puede limitar nuestra comprensión de la línea de costa insistiendo en que es una o la otra. Empecé a pensar en que tal vez la mente es como la línea de costa —algún [suerte de] proceso interno e intermedio. La vida mental, para un sociólogo o un antropólogo, es un proceso profundamente social. Sus pensamientos, sentimientos, recuerdos, atención, lo que usted experimenta en este mundo subjetivo, es parte de la mente”.
Esta definición ha sido desde entonces respaldada por la investigación a través de [los diferentes campos de] la ciencia, pero gran parte de la idea original vino de las matemáticas Siegel se dio cuenta de que de la mente cumple con la definición matemática de un sistema complejo en que es abierta (puede influir sobre las cosas fuera de sí misma), capaz de caos (lo cual significa simplemente que se encuentra distribuida de manera aproximadamente aleatoria), y no-lineal (lo cual significa que una pequeña señal de entrada conduce a una respuesta grande y difícil de predecir).
En la ciencia matemática, los sistemas complejos son auto-organizados, y Siegel cree que esta idea es el fundamento para la salud mental. Tomando prestado una vez más de las matemáticas, una auto-organización óptima es: flexible, adaptativa, coherente, energética, y estable. Esto quiere decir que, sin una óptima auto-organización, usted llega o al caos o a la rigidez —una noción que, afirma Siegel, encaja con el rango de síntomas de de los desórdenes de la salud mental.
Finalmente, la auto-organización exige vincular ideas diferenciadas o, esencialmente, integración. Y Siegel dice que la integración —ya sea que esta se produzca dentro del cerebro o dentro de la sociedad— constituye el fundamento de una mente saludable.
Siegel comenta que ha escrito este libro ahora porque ve mucha miseria en la sociedad, y cree que esto está en parte moldeado por la manera como percibimos nuestras propias mentes. Habla también de investigar en Namibia, donde las personas con las que habló atribuían su felicidad a un sentido de pertenencia.
Cuando a su vez le preguntaron a Siegel si pertenecía a América, su respuesta fue menos alentadora: “Pienso en lo aislados que estamos todos y en lo desconectados que nos sentimos”, comenta. “En nuestra sociedad moderna tenemos esta creencia de que la mente es actividad cerebral, y esto significa que el ser, el cual proviene de la mente, está separado y que no pertenecemos realmente. Pero todos somos parte los unos de las vidas de los otros. La mente no es sólo actividad cerebral. Cuando entendemos que es este proceso relacional, se produce este gran cambio en nuestro sentido de pertenencia”.
En otras palabras, incluso percibiendo la mente como un simple producto de nuestro cerebro, en lugar de como relaciones, puede hacer que nos sintamos más aislados. Y para apreciar los beneficios de las interrelaciones, usted simplemente tiene que abrir su mente.
ESCRITO POR
Olivia Goldhill
24 de diciembre de 2016
Traducido por Muhaken
Revisado por Esther Alterio.
Fuente: Godhill, Olivia. Scientist say your “mind” isn’t confined to your brain, or even your body. Artículo publicado originalmnte en Quartz, diario de noticias breves online. Web: .https://qz.com/. Url: https://qz.com/866352/scientists-say-your-mind-isnt-confined-to-your-brain-or-even-your-body/
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