jueves, 2 de junio de 2016

La meditación "apaga" el hemisferio izquierdo y "activa" el derecho





La meditación "apaga" el hemisferio izquierdo y "activa" el derecho", según un estudio que el grupo de investigación de Neuroquímica y Neuroimagen de la Universidad de La Laguna ha realizado con personas mientras practicaban yoga, pero que puede extrapolarse a todo tipo de meditación.
El neurofisiólogo José Luis González Mora, director del grupo de investigación, ha explicado a Efe que la finalidad del trabajo "Identificar los correlatos neurales del estado de silencio mental experimentado a través de la meditación Sahaja Yoga" era saber qué ocurre en el cerebro en un estado alterado de conciencia, cuando una persona medita.
Este trabajo ha sido publicado en el "Journal of alternative and complementary medicine" y en su elaboración también han participado José Suero, Katya Rubia y Sergio Hernández, como primer autor.
Sergio Hernández, ingeniero de telecomunicaciones que investiga en neurociencia, explicó a Efe que el Sahaja Yoga se basa en llegar a establecer el silencio mental, un estado, agregó, que es ideal para el reequilibro mental.
El estudio se ha llevado a cabo con técnicas de neuroimagen y José Luis González Mora indicó que el llamado estado de silencio mental se consigue con el yoga, pero también con otras técnicas cuyo denominador común sea llegar a un estado mental en el que se consiga alguna recompensa como placer.
Recordó que el hemisferio izquierdo del cerebro es más analítico, mientras que el derecho es más integrador y destacó que las experiencias mentales que se tienen en estado de meditación no son algo esotérico sino manifestaciones fisiológicas del sistema nervioso central.
González Mora reconoció que hay quienes utilizan la meditación como algo parecido a una religión, pero en realidad, afirmó, no es ni más ni menos que un entrenamiento para conseguir ayudas.
La idea de este experimento era focalizar la atención en una región del cerebro que quienes practican yoga utilizan para concentrarse, en un experimento en el que participaron once mujeres y ocho hombres.
Con las pruebas de resonancia magnética se obtuvieron un "montón" de activaciones cerebrales que, una vez analizadas por separado, mostraron que con la concentración máxima se activaban básicamente la corteza frontal inferior derecha y la parte anterior de la ínsula derecha según profundizaban en la meditación, y sugiere que refleja el autocontrol necesario para los procesos inhibitorios necesarios para alcanzar el estado de silencio mental.
También se activan las dos regiones laterales del lóbulo temporal.
Según José Luis González Mora, la idea es que cuando ocurre lo anterior y se activan la corteza frontal inferior derecha y la ínsula derecha, lo que se entiende es que esas áreas intentan focalizar la atención para concentrarse mejor y llegar al "silencio mental".
Los investigadores también han encontrado que en el lóbulo temporal superior y en la parte inferior parietal también se producen activaciones para intentar mantener la atención, para "digamos, no preocuparse ni del pasado ni del futuro, sino sólo del momento presente".
De este modo los investigadores deducen que cuando se quiere alcanzar un estado de meditación se "apaga" ligeramente el hemisferio izquierdo, que podría denominarse como más individualista, y se activa el derecho, que es más integrador.
Las personas que participaron en este experimento fueron "sometidas" a resonancia magnética funcional durante tres cortos consecutivos períodos de meditación, en contraste con un estado de relajación de control.
Explicó José Luis González Mora que cuando se trabaja con resonancia magnética lo que se ve es la activación cerebral que de forma indirecta producen en el cerebro por la oxihemoglobina (molécula con oxígeno) y la desoxihemoglobina (molécula sin oxígeno).
Primero se consume el oxígeno que transporta la hemoglobina por el incremento de actividad y luego se produce una vasodilatación, con lo que se aporta oxígeno y glucosa, es decir, más sangre, y se asume que eso significa aumento de actividad.
Publicado por Rubén Darío García León, Santa Cruz de Tenerife, EFE. www.eldia.es

miércoles, 1 de junio de 2016

¿Cuál es la actitud correcta para la meditación?





  1. Meditar es reconocer y contemplar lo que sucede –ya sea agradable o desagradable– de manera relajada.
  2. Meditar es observar y esperar pacientemente con atención y entendimiento. La meditación NO es intentar experimentar algo que has leído u oído.
  3. Sólo presta atención al momento presente. No te pierdas en pensamientos acerca del pasado. No te dejes llevar por pensamientos acerca del futuro.
  4. Al meditar, tanto la mente como el cuerpo deben estar cómodos.
  5. Si la mente y el cuerpo se cansan, algo pasa con la manera en que estás practicando; es momento de revisar cómo estás meditando.
  6. ¿Por qué te concentras tan intensamente cuando meditas? ¿Quieres algo? ¿Quieres que algo suceda? ¿Quieres que algo deje de suceder? Verifica si alguna de estas actitudes está presente.
  7. La mente que medita debería estar relajada y en paz. No puedes practicar cuando la mente está tensa.
  8. No te concentres con demasiada intensidad, no controles. No te fuerces ni te restrinjas.
  9. No intentes crear nada y no rechaces lo que está ocurriendo. Simplemente sé consciente.
  10. Intentar crear algo es codicia. Rechazar lo que sucede es aversión. No saber si algo está sucediendo o ha dejado de suceder es ignorancia/engaño.
  11. Sólo en la medida en que la mente que observa no tiene codicia, aversión o ansiedad estás verdaderamente meditando.
  12. No tengas expectativas, no quieras nada, no estés ansioso, porque si estas actitudes están en tu mente, se vuelve difícil meditar.
  13. No está intentado hacer que las cosas sucedan de la forma en que tu quieres. Estás intentando saber lo que ocurre tal cual es.
  14. ¿Qué está haciendo la mente? ¿Pensando? ¿Siendo consciente?
  15. ¿Adónde está ahora la atención de la mente? ¿Fuera? ¿Dentro?
  16. La mente que observa, contemplativa, ¿está adecuadamente atenta o sólo superficialmente atenta?
  17. No practiques con una mente que quiere algo o quiere que algo ocurra: el único resultado será que te agotarás.
  18. Tienes que aceptar y contemplar tanto buenas como malas experiencias. ¿Sólo quieres buenas experiencias? ¿No quieres siquiera la más mínima experiencia desagradable? ¿Es esto razonable? ¿Es éste el camino del Dhamma?
  19. Tienes que comprobar una y otra vez con qué actitud estás meditando. Una mente ligera y libre te ayuda a meditar bien. ¿Tienes la actitud correcta?
  20. No te sientas perturbado por la mente que piensa. No estás practicando para prevenir pensar, sino para reconocer e identificar el ‘pensar’ cuando éste aparezca.
  21. No rechaces ningún objeto que venga a tu atención. Conoce las impurezas/obstáculos mentales que surgen en relación al objeto y examínalas continuamente.
  22. El objeto de atención no es realmente importante; la mente contemplativa que trabaja en el fondo para estar atenta es de real importancia. Si la contemplación se hace con la actitud adecuada, cualquier objeto es el objeto adecuado.
  23. Sólo cuando hay fe o confianza (saddhā), surge el esfuerzo. Sólo cuando hay esfuerzo (viriya), la atención se vuelve continua. Sólo cuando la atención (sati) es continua, la mente se estabiliza. Sólo cuando la mente se estabiliza (samādhi), empiezas a comprender las cosas como son. Cuando empiezas a entender las cosas como son (paññā), la confianza se fortalece.
Sayadaw U Tejaniya