martes, 17 de febrero de 2009

LA VIDAMUERTE

A Maria Luisa Azcoiti
No era un sueño. Se había ido. Sentí un vacío. Una ilusión de como el nacimiento del día se relacionaba en un sin sentido con la dulzura. Había nacido a la vida, y la vida había nacido a la muerte y la muerte había nacido a la Luz.

A LOS PIES DE LA CAMA

Tendida en la cama.
La gata hacía su duelo.
Años de caricias y ensueños,
de vigilias e inciensos.
Su ojo entreabierto me habla.
Desde los pies de la cama
siento su hilo de vida,
que ya se había esfumado
por la ventana
de una noche caliente de enero.
Su piel lavada y perfumada,
tendida y fina,
me sugiere un canto libre.
Desde mi ignorancia,
siento la vida
que se había convertido
en muerte bella y feliz.
Desde los pies de la cama,
siento como surge la vida,
y mi emoción
se confunde con unas lágrimas huérfanas
que se funden en mi cara
en señal de agradecimiento
por la belleza
que en ese momento sentí
en una fusión única con el universo.



4 comentarios:

Fata Morgana dijo...

Claro está que la vida lleva implícita la muerte... los orientales lo comprendieron mucho antes que nosotros. Bss

Anónimo dijo...

estabas allí,
un abrazo
tito Tober

Anónimo dijo...

A veces ese término "vida" nos deriva en acumular y acumular, en "estar llenos"... y a veces es necesario vaciarse para poder llenarse... que muera una parte de nosotros para ser nosotros mismos... a veces es necesario morir para seguir viviendo...
Me encantó. Paz.

Anónimo dijo...

Todos tenemos nuestro gato particular a los pies de la cama. Generalmente no lo vemos, pero esta ahi... unos lo pintan con bigotes serios, otros con alas e incluso hay quien lo ha visto rezando. Bueno, yo lo he visto a veces, pero, la verdad... no estoy seguro de que sea un gato. (JUAN CARLOS)